19.2.06

MIAU LAS VEGAS

Una anécdota, una pequeña historia
entre varias que contaré
recitaré con el más destacado detalle
así que...
Acomódense!

En platos vacíos,
el esqueleto de una boga
se ríe de los comentarios femeninos.
Mientras se tejen en el aire charlas;
la luna avisaba
que el restaurant cerraba.

La orilla del Paraná las guió,
y en busca de vicio en un kiosko
un labio leporino
con ojos celestes le cuestionó:
¿están seguras?

...

Regatearon en la puerta
ante un morochón pelado.
Después de escuchar una serie de consejos:
al escenario pasaron.

Bienvenidos a Las Vegas!

Fosforecencia, música
y olor a masturbación
se mezclaban con
encajes,
ropa erótica
vs.
whisky,
exhibición.

Hicieron su entrada robando miradas
que pertenecían a las muñecas maquilladas.

Fantasía de plástico caminó hasta la mesa
rogando que participaran
porque sabía que con ellas
ganaba más atención si danzaba.

Se llevaron de la escena más aplausos
que las descordinadas bailarinas.
Se llevaron la experiencia del
maullido: Miau La Vegas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísimo, sin precedente dijo Clarín.
Se pasaron de cacatuas!!!, dijo, la Nación.
Sin igual, ni antes, ni por venir, exclamó la voz del interior.
Traigan una copia del manuscrito, y si no vuelvan y paguen la diferencia, dijo el morocho de la entrada de Miau Las Vegas!!!

40HSIEH dijo...

jajaja, mi psicóloga preferida.
Que el morocho siga para cuando vayamos hacer nuestro trabajo de sociología.