28.12.06

Capítulo Uno: LA LLAMADA

Comenzaba a ser días calurosos,
Ella se despertó por la insistente música de su celular.
Miró que tenía exactamente 15 llamadas perdidas del mismo teléfono.
Se alarmó y justo entró la número 16.
Escuchó la voz cortante y desesperada.
- Necesito verte urgente! No puede pasar de hoy.
- Que pasó?
- Nada, no te preocupes. Pero no te lo puedo contar por teléfono.
Necesito verte!, insistió.
- No te metiste en nada raro, no?.
- Nooooo, quedate tranquila, pero ya te dije, necesito decirtelo personalmente.
- Ok. Yo tengo que ir para Chacarita si queres nos encontramos ahí en una hora.
Te parece?
- Ok. Te vuelvo a llamar. Chau.

Mientras se bañaba se le pasaron diferentes películas policiales por la cabeza.
Apenas lo conocía por ende no podría acertar cual era el tema de tanta insistencia y tensión que le fue transmitida en la corta comunicación.
Se vistió y mientras ordenaba la cocina no dejaba estar un tanto preocupada.
Sentía una extraña sensación de miedo y protección hacia él. Un sentimiento que consideraba muy ajeno para haber pasado tan poco tiempo con alguien recientemente conocido.
Bajó con su preocupación de sombra a la calle y se tomó el colectivo en la esquina.

9.12.06

Las vueltas de la vida

Hice spa en la nueva casa de mis padres que hace unos meses dejó de ser el recuerdo que tengo de ella en la memoria, solo las antiguas imágenes que me quedan las refrescan las antiguas fotos que guardo prolijamente en una caja.
La tiraron abajo completamente y se dedicaron a reconstruirla poniéndole lo mejor de lo mejor para hacerla super cómoda. Irreconocible como lo están ellos, como en realidad veo que estamos todos en mi familia.
Después de dos semanas duras de trabajo y del problemita que tuve con el calefón decidí llevar a mi compañero gatuno, unas mudas de ropa e instalarme para poder descansar y dejarme mimar.
Hoy mientras leía mi segundo libro de fin de semana mi mamá me despertó un viejo recuerdo.

Cuando era chica, desde los 6 años, bailaba clásico y contemporáneo. Alternaba mis horas de estudio para entrenar y poder hacer dos colegios a la vez; tomar durante cuatro días clases particulares con una bailarina del Colón, dos días, de los que me quedaban en esa semana, los dedicaba para entrenar en el equipo como federada en natación de FCO y los domingos, hasta que fui adolescente, estaba destinada a concurrir obligatoriamente a las largas visitas familiares en casas de mis abuelos; pero éste es otro capítulo que dedicaré con más detalles más adelante.

Me permito hacer una auto interrupción y llego a la conclusión que desde pequeña sufro esa maldición de autoexigencia para todo.

Todos los fines de años bailaba con otras tantas niñas coreografías en diferentes teatros de la Av.Corrientes (esas fotos también las guardo en la caja).
Hoy recordé cuando mi mamá cosía miles de lentejuelas, diseñaba con plumas, recortaba tules para hacer un tupido tutú y estaba rodeada siempre de diferentes telas, coloridos hilos para confeccionarme los trajes que tenía que usar en cada subida a las tablas. Gran tiempo invertido el de mi santa madre.

Pero hoy.....mi mamá me pidió que la ayudase a armar su traje de fin de año interparque. Ella concurre hace unos años, rigurosamente, hacer diferentes actividades físicas con mujeres de diferentes edades y cada tanto hacen exposiciones de coreografías en las que representan al parque donde pertenencen. Se disfrazan y bailan (esas fotos estan en la caja de ella).

Así que me sumergí; rodeada entre papeles crepé, telas, marcadores, cintas, hilos y agujas.
Un original traje de cowboy se llevó y a su vuelta me devolvió los halagos que recibió de sus amigas y profesores.
Lo anecdótico de la situación fue que me dijo en la cocina que en unos años, muchos según ella, yo sería la que le cambie los pañales.
Y pienso o mejor dicho siento: Bienvenida las vueltas de la vida!

4.12.06

Se fue...


Hoy se fue la adorable Wensy
después de compartir 15 intensos años.