23 m cuadrados en una noche fresca de verano.
Subió 8 pisos y entró a un mundo de máscaras africanas, susani hipnotizador,
espejos, luces tenues, olor a jazmines y música instrumental.
Para disimular la mirada de lince y fotografiar su alrededor encendió un cigarrillo.
Corría una leve brizna a través de la semi abierta persiana americana.
No hicieron mucho preámbulo hasta fundirse en la cama.
Descansaban de no cansarse y
cuando volvía el silencio en otra música todo volvía a comenzar.
Y la noche siguió pasando y así pasaron muchos discos.
Y se filtraban los primeros rayos de sol que proyectaban
dos cuerpos sudados en los pliegues de las sábanas.
- Terminó el disco- le dijo bajito al oído mietras la abrazaba.
- Entonces volvamos a empezar.
14.1.07
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1 comentario:
Sudar, Amar, Derramar y volver a empesar.;)
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